Ciudades de Oaxaca presentaron los mayores niveles inflacionarios en diciembre 2022
Las ciudades de Oaxaca presentaron los mayores niveles inflacionarios durante diciembre del año pasado.
La inflación en todos el país se mantuvo elevado, principalmente por la sequía que afectó a México gran parte del 2022. Además, de otros factores como la depreciación del peso, la guerra entre Rusia y Ucrania que incrementaron los precios internacionales de las materias primas. Asimismo, la pandemia de covid-19, en China, afectó las cadenas globales de proveeduría.
Aunque en términos locales, la tasa inflacionaria varió según diferentes factores como la vocación económica y la ubicación geográfica.
Las Ciudades de Oaxaca con mayor inflación
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la ciudad de Tehuantepec, es una de la ciudades de Oaxaca que presentó la mayor inflación del país en el último mes del año pasado, de 10.26% anual.
Por su tasa de crecimiento, los productos que más impactaron al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), y que por consiguiente su adquisición pesó más en el gasto de los hogares, fueron papa, chile serrano y limón, con variaciones superiores a 50% anual.
También se encuentran en la parte alta harinas de trigo (40.57%), televisores (39.98%), transporte aéreo (38.87%) y queso fresco (32.90 por ciento).
Mientras los bienes que más bajaron sus precios fueron tomate verde (22.07%), cebolla (21.75%), gas doméstico LP (17.11%) y cortinas (13.83 por ciento).
La segunda mayor inflación anual de las 55 ciudades consideradas por el Inegi se observó en Oaxaca con una tasa de 10.08% anual.
Las primeras posiciones inflacionarias en el estado oaxaqueño se explican particularmente por su vocación económica: agropecuaria y turística.
En el sector agropecuario, se elevó el INPC por la sequía en el país y el encarecimiento de fertilizantes por los conflictos geopolíticos.
Mientras que en el sector turístico aumentaron los precios por la estacionalidad del periodo vacacional de fin de año y a la reapertura total de actividades, elementos que detonaron la demanda.
A esto se suma que los estados mexicanos son importadores, cuyo impacto proviene, además de los costos internacionales de materias primas, de la depreciación del peso frente al dólar (3.2% respecto a la cotización prepandémica).
Fuente: El economista.
