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Tres casos sospechosos de rabia humana en Oaxaca

Tres casos sospechosos de rabia humana en Oaxaca

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Tres casos sospechosos de rabia humana en Oaxaca

Se activan protocolos de vigilancia epidemiológica por el reporte de tres casos sospechosos de rabia humana en Oaxaca.

La Jurisdicción Sanitaria número 1 de Valles Centrales de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), indicó que se trata de un protocolo preventivo y de control.

El protocolo de vigilancia será en la comunidad de Palo de Lima, municipio de San Lorenzo Texmelucán, en la región de la Sierra Sur de Oaxaca.

De acuerdo con las autoridades, los pacientes sospechosos tienen ocho, siete y dos años. Todos se encuentran internados en el Hospital Civil Dr. Aurelio Valdivieso de la ciudad de Oaxaca

Al ingresar al hospital, a los tres pacientes sospechosos se les realizaron la toma de muestras para la realización de estudios clínicos en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE).

En los primeros reportes médicos, el estado de salud de dos de los tres menores internados se reporta grave, mientras que el tercero se encuentra estable bajo vigilancia médica.

Personal del programa de Rabia y otras Zoonosis del Centro Nacional de Programas Preventivos y de Control de Enfermedades, en coordinación con el IMSS Bienestar, acudieron a la comunidad para llevar a cabo las acciones para identificar con qué animal tuvieron contacto los menores sospechosos de rabia humana.

Asimismo, los Servicios de Salud de Oaxaca exhortan a la población en general acudir al médico en caso de recibir alguna agresión por parte de animales domésticos o silvestres, para así recibir atención oportuna que evite poner en riesgo su integridad.

¿Qué es la rabia humana?

De acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca, esta enfermedad es una zoonosis viral. Es transmitida al ser humano por animales domésticos o salvajes portadores del virus.

Se puede contagiar al tener contacto con la saliva infectada a través de mordeduras o arañazos.

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Entre sus síntomas son: fiebre acompañada de dolor, sensación de hormigueo, picor o comezón en la zona de la herida, deshidratación, dolor de cabeza, malestar en general, hiperactividad, hidrofobia (miedo al agua), y a veces aerofobia (medio a las corrientes de aire).

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